Mayo, 2025

Un mantra: “Stay in your head & you’re dead.”
Tan crudo y tan cierto. Porque vivir solo en la mente, dándole vueltas a todo, cuestionando cada paso… es agotador. Te desconecta de lo que está pasando aquí y ahora. La vida no pasa en la cabeza. Pasa en el cuerpo. En lo que se siente. En lo que se hace. Aquí y ahora.
Y eso me recordó que a veces, más que pensar... hay que hacer. Habitar. Sentir.

Una peli: I Am Not Your Guru – Tony Robbins
Este documental me hizo pausar fuerte. Ver a tanta gente abrir su alma frente a miles de desconocidos, solo para intentar sanar una herida, me conmovió.
Tony tiene una forma de hablar que a veces incomoda, pero que también sacude, inspira, mueve.
Me recordó que todos llevamos algo por dentro, y que hay una fuerza increíble en el momento en que decides verte de verdad. Sin adornos. Sin máscaras. Y desde ahí, elegir diferente. Trazar pasos nuevos para ese futuro soñado que empieza hoy.

Un podcast: Juan Pablo Raba y Marko – “Nos hablamos desde el amor”
Dos hombres hablando sin miedo sobre sus emociones, sus errores, sus aprendizajes como papás, amigos y humanos. No es solo una conversación, es un recordatorio de que sanar también es aprender a hablar distinto.
Me hizo pensar en todas esas veces en las que callamos lo que sentimos por miedo a incomodar. Y en lo sanador que puede ser simplemente decir: “esto es lo que hay en mi corazón”... y confiar en que va a ser recibido con amor y comprensión.

Un libro: Zen and the Art of Happiness – Chris Prentiss
Cortito, directo, pero potente. Este libro me ayudó a cambiar el lente con el que estaba viendo algunas situaciones.
Propone una idea bellísima: todo lo que pasa, es lo mejor que te puede pasar. No porque todo sea fácil, sino porque todo te enseña. Me ayudó a soltar resistencia y a confiar. Es ideal si estás buscando una lectura que te devuelva al presente y a la calma.

Una experiencia: Mouth taping (dormir con cinta en la boca)
Juro que no pensé que me iba a gustar tanto, jajaja.
Pero desde que empecé a hacerlo, duermo mucho mejor. Respiro solo por la nariz, descanso más profundo y me despierto sin esa sensación de sequedad en la boca. Es un mini hábito que parece insignificante… hasta que lo pruebas.
Ahora es parte de mi ritual de noche. Un recordatorio clarísimo de que el descanso también es autocuidado.

Un aprendizaje: Mírate con los ojos de quienes te aman.
Este fue mi ancla en los días duros.
Porque es increíble lo diferente que te ves cuando cambias el filtro. Cuando en vez de verte con juicio, te ves con amor.
Cuando dejas de exigirte perfección y empiezas a reconocerte por estar aquí, intentando. Este mes me propuse hablarme como me hablaría alguien que me ama profundamente. Y no fue fácil… pero fue sanador. Así que si estás en ese proceso, te dejo esto: Empieza a verte como realmente eres: digna, valiosa, majestuosa, y llena de valor.

✨